El consumo de agua contaminada puede ser una fuente importante de enfermedad y afectar la salud de las personas de diversas maneras. Algunas de las enfermedades más comunes que se pueden contraer al consumir agua mal tratada o sucia son:
La diarrea es una de las enfermedades más comunes que se pueden contraer al consumir agua contaminada. Los gérmenes presentes en el agua pueden causar inflamación del intestino y la eliminación de grandes cantidades de líquido y electrolitos. Esto puede provocar deshidratación y puede ser especialmente peligroso para niños pequeños y personas mayores.
El consumo de agua contaminada puede provocar infecciones del tracto urinario, especialmente en mujeres. Los gérmenes presentes en el agua pueden viajar a través de la uretra y causar inflamación y dolor en la vejiga y los riñones.
La hepatitis A es una enfermedad del hígado que se puede contraer al consumir agua o alimentos contaminados con heces humanas. Los síntomas incluyen fiebre, dolor abdominal y coloración amarillenta de la piel y los ojos.
El cólera es una enfermedad grave que se transmite a través del consumo de agua o alimentos contaminados con heces humanas que contienen el bacterio Vibrio cholerae. Los síntomas incluyen diarrea acuosa y grave deshidratación.
Es importante recordar que el consumo de agua contaminada puede ser evitado siguiendo medidas de higiene adecuadas, como lavarse las manos con frecuencia y utilizar agua tratada o potable para cocinar y beber. Además, es importante tener en cuenta que no todas las enfermedades transmitidas por el agua son visibles y pueden pasar desapercibidas durante semanas o incluso meses. Por lo tanto, es importante tomar medidas preventivas y asegurarse de consumir agua segura y tratada adecuadamente.